La respuesta corta es: no tantos como se piensa. Según encuestas recientes del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), solo entre el 15% y el 20% de los españoles afirman dormir la siesta de forma habitual, y la mayoría lo hace de forma ocasional, más por cansancio acumulado que como costumbre diaria.
En las grandes ciudades, los horarios laborales extensos, la vida acelerada y los desplazamientos largos han hecho que la siesta tradicional sea difícil de mantener. Además, la jornada laboral partida (trabajar de 9 a 14h y luego de 16 a 19h) sigue vigente en muchos sectores, lo que deja poco margen para un descanso real a mitad del día.
La paradoja del horario español
Uno de los mayores retos en España es su particular estructura horaria. A pesar de estar geográficamente alineada con Portugal o el Reino Unido, España sigue el horario de Europa Central. Esto provoca que el día comience y termine más tarde: los almuerzos pueden extenderse hasta las 15:00, las cenas ocurren a las 21:00 o 22:00, y muchos programas de televisión de “prime time” no empiezan hasta pasadas las 22:30.
Esta desincronización entre luz solar y ritmo de vida tiene impactos en la productividad, el descanso y la conciliación familiar. Diversos estudios han señalado que la falta de sueño entre semana es compensada con siestas cortas o largas los fines de semana, creando un ciclo poco saludable.
¿Estamos ante el fin de la siesta?
Aunque la práctica ha disminuido, la siesta no ha muerto, solo se ha transformado. Hoy en día, la “power nap” de 15 a 30 minutos, recomendada por médicos para mejorar la concentración y reducir el estrés, se ha vuelto más común, especialmente entre jóvenes y trabajadores que teletrabajan.
Además, algunas empresas están empezando a experimentar con jornadas más racionales, horarios compactos y espacios de descanso en oficinas, reconociendo los beneficios del descanso breve como herramienta para la productividad y la salud mental.
Una tradición que evoluciona
La siesta no es un cliché vacío, sino un reflejo de cómo el ser humano ha buscado adaptarse a su entorno. En el siglo XXI, su función tradicional se enfrenta a los desafíos de la vida urbana, la globalización y la necesidad de sincronizarse con un mundo que no duerme.
Pero lejos de desaparecer, la siesta está siendo reinterpretada, no como un símbolo de pereza, sino como una forma inteligente de cuidar el cuerpo y la mente en medio del ruido moderno. Y tal vez, en esa transformación, España esté marcando el ritmo para una cultura global que empieza a valorar más el descanso consciente.
Fuentes y referencias
- Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). (2023). Encuesta sobre hábitos de descanso y salud mental en España
- El País. (2023). La siesta ya no es lo que era: hábitos cambiantes en las nuevas generaciones
- Fundación Instituto de la Siesta. (2022). Los beneficios científicos de dormir 20 minutos
- RTVE. (2024). ¿Por qué España tiene un huso horario diferente al que le corresponde geográficamente?
- Harvard Health Publishing. (2022). The science of naps: How short rests improve performance