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Inversión extranjera crece en Latinoamérica, pero preocupa estancamiento en nuevos proyectos

La inversión extranjera directa (IED) en América Latina y el Caribe creció un 7 % en 2024, según el último informe de la CEPAL, alcanzando un total de US$ 188.960 millones. Aunque esta cifra representa un aumento frente al año anterior, el informe advierte sobre un fenómeno preocupante: los nuevos flujos de inversión están estancados, lo que pone en duda la sostenibilidad del crecimiento económico y la modernización productiva de la región.

¿Dónde se concentra la inversión?

Los países que lideraron la recepción de IED fueron:

  • Brasil: captó el 38 % del total regional, impulsado principalmente por energía e infraestructura.
  • México: representó un 24 %, con un fuerte enfoque en manufactura y servicios.
  • Argentina y Guyana: se destacaron por la atracción de proyectos vinculados a recursos naturales e hidrocarburos.

No obstante, varios países de Centroamérica y el Caribe vieron caídas o una concentración excesiva en pocos sectores, lo que refleja una vulnerabilidad estructural.

 ¿Por qué preocupa el estancamiento?

Según la CEPAL, aunque los montos generales crecieron, el número de nuevos proyectos anunciados se mantuvo plano, lo que indica una falta de diversificación e innovación en la región. Muchos de los flujos actuales provienen de reinversión de utilidades, no de capital nuevo.

Además:

  • La IED como porcentaje del PIB sigue por debajo de los niveles de la década pasada.
  • Hay un descenso en sectores clave como tecnología, servicios digitales y finanzas.
  • Persisten riesgos de que los países compitan entre sí con incentivos fiscales excesivos, sin coordinar estrategias regionales.

 Recomendaciones de la CEPAL

La comisión sugiere:

  • Apostar por políticas industriales verdes y tecnológicas que integren la inversión extranjera con desarrollo local.
  • Fomentar encadenamientos productivos regionales.
  • Promover acuerdos multilaterales para evitar la erosión fiscal provocada por incentivos no sostenibles.

Conclusión

Aunque la inversión extranjera sigue siendo un motor económico para Latinoamérica, su impacto estructural es limitado si no se acompaña de reformas que impulsen productividad, equidad y sostenibilidad. El reto no es solo atraer capital, sino transformarlo en progreso duradero para la región.

Fuente:

  • Reuters – Latin America’s foreign direct investment rose 7% last year, but new flows stagnate (julio 2025)