Noticias

La política del COI hacia Rusia: un problema deportivo que sigue siendo profundamente político

Un dilema olímpico que va más allá del deporte

A menos de un año de los Juegos Olímpicos de París 2026, el Comité Olímpico Internacional (COI) se encuentra nuevamente en el centro de la polémica. Su política respecto a la participación de atletas rusos y bielorrusos ha generado confusión, críticas y división, no solo dentro del mundo deportivo, sino también en el ámbito diplomático internacional.

La pregunta es clara, pero la respuesta no tanto: ¿deben los atletas rusos competir bajo una bandera neutral mientras su país está involucrado en un conflicto armado activo?

Una política ambigua en tiempos de tensión

Desde 2022, tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el COI ha intentado mantener un equilibrio delicado. En un intento de no castigar directamente a los atletas individuales, la organización ha permitido en ocasiones que compitan como neutrales, sin símbolos, bandera ni himno nacionales.

Sin embargo, este enfoque ha sido duramente criticado por muchos países y organizaciones deportivas, que consideran que cualquier presencia rusa en los Juegos representa una validación simbólica del régimen de Putin.

Por otro lado, defensores de la inclusión alegan que los atletas no deben pagar por decisiones gubernamentales, especialmente cuando no han expresado apoyo al conflicto.

Reacciones encontradas: ¿neutralidad o complicidad?

En abril de 2025, el tema volvió a explotar cuando el jugador de hockey Alex Ovechkin —quien nunca ha ocultado su simpatía por Putin— fue nombrado potencial abanderado de una delegación “neutral” en representación de atletas rusos. La noticia generó indignación inmediata entre activistas y gobiernos que apoyan a Ucrania.

Los comités olímpicos de Ucrania, Polonia, Lituania y otras naciones han advertido que la ambigüedad del COI mina los valores del olimpismo y compromete su credibilidad como institución imparcial.

¿Deporte o geopolítica?

El COI argumenta que su misión es proteger la neutralidad del deporte. Sin embargo, en un contexto tan polarizado, muchos cuestionan si es posible mantenerse neutral sin ser percibido como cómplice. En un mundo donde el deporte se ha convertido en una herramienta diplomática, la postura del COI ya no puede aislarse de los intereses globales.

Conclusión

La política del COI sobre Rusia demuestra que, en la práctica, el deporte nunca ha sido completamente apolítico. A medida que se acercan los Juegos Olímpicos, la presión para tomar una decisión clara aumentará. Sea cual sea el camino elegido, el COI deberá rendir cuentas no solo ante los atletas, sino ante una comunidad global que exige coherencia entre valores y acciones.

Fuentes consultadas:

  1. The Washington Post – Alex Ovechkin y el dilema olímpico ruso (28 de mayo de 2025)
  2. Olympics.com – Declaraciones oficiales del COI sobre atletas neutros
  3. BBC Mundo – ¿Debe Rusia estar en los Juegos Olímpicos?

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *