Estambul, escenario de un nuevo desencuentro diplomático
Las esperadas negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania celebradas en Estambul han terminado en una nueva frustración para la comunidad internacional. Las propuestas presentadas por el Kremlin han sido calificadas por el gobierno de Kiev como “una rendición encubierta”, y han generado un fuerte rechazo tanto por parte de Ucrania como de varios países occidentales.
Lejos de acercar posturas, este último encuentro ha reactivado la tensión y ha debilitado las esperanzas de un acuerdo duradero.
¿Qué exige Rusia?
Según fuentes diplomáticas filtradas a medios internacionales, Moscú ha exigido:
- Reconocimiento formal de la anexión de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia
- Neutralidad permanente de Ucrania, sin opción de ingreso en la OTAN o la UE
- Levantamiento total de sanciones económicas impuestas a Rusia
- Desmilitarización parcial del ejército ucraniano bajo supervisión internacional
Estas condiciones han sido interpretadas como un intento de imponer una paz bajo términos de dominación, en lugar de establecer un compromiso equitativo.
Kiev reacciona: “No es una propuesta de paz, es un ultimátum”
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski afirmó que las propuestas rusas son “una burla a los principios de soberanía y autodeterminación”. El gobierno ucraniano exige, como mínimo, el retiro total de las tropas rusas y el restablecimiento de las fronteras previas a 2014 para considerar cualquier tipo de acuerdo.
Funcionarios ucranianos también denunciaron que Rusia se niega a entregar el borrador del plan por adelantado, dificultando una negociación en igualdad de condiciones.
La comunidad internacional entre la presión y el escepticismo
Tanto la Unión Europea como Estados Unidos han expresado “preocupación profunda” por las condiciones impuestas por el Kremlin, aunque algunos países, como China o Brasil, han sugerido que aún hay espacio para seguir dialogando.
Organismos como la ONU y la OSCE han ofrecido mediación, pero el clima diplomático se percibe frágil y estancado.
Conclusión
Las negociaciones de paz Ucrania–Rusia celebradas en Estambul no solo han fracasado, sino que han puesto sobre la mesa una dura realidad: las posiciones siguen siendo irreconciliables. Con ambos bandos firmes en sus exigencias y un entorno internacional dividido, la esperanza de un acuerdo parece cada vez más lejana.
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